viernes, 5 de diciembre de 2008

vivo en la plaza de mayo




Estos días vivo en la plaza de mayo... y no sé por qué extraña razón siempre me he sentido muy vinculada a las cosas que pasaron aquí... otra vida?? reencarnación???? las canciones de victor jara que escuchaba de pequeña???? nosotros pensamos muchas cosas de los argeniinos, pero os puedo asegurar que ellos también piensan muchas cosas de nosotros... se descojonan cuando les digo que españa está en crisis, se descojonan cuando les digo que en españa y en europa hay mucha gente que lo está pasando mal... se descojonan de mi superioridad europea.... trapichean, viven al día, quieren cash... son amables, muy amables, son guapos, muyyyyy gupaos. son empalagosos, eso sí, pero son muy inteligentes, y lo han pasado mal, muy mal, y lo siguen pasando mal, muy mal, porque... hoy me decía uno de ellos... es muy difícil para nosotros tener CONFIANZA. Espero tener tiempo en este periplo argentino para documentar mi estancia con algún documento gráfico (como el perro de los fragel, que le mandaba fotos a su dueño desde todos los puntos del globo _cada vez me parezco más al perro de los fragel).

me despido de vosotros al lado de mi ventanita desde donde se ve la plaza de mayo de buenos aires... ahora mismo no hay madres dando vueltas, pero os puedo garantizar que oigo aún sus voces...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

kién mejor k tú para narrarnos todo esto. Bueno aki los pones muy bien, pero en fin, quién no se ha equivocado alguna vez colocando una moquetita.
Estás muy guapa en el video liberando los globos de fraguelrok, traenos un poquito de libertad, que akí con tanto nombrar crisis, estamos acojonados y no nos atrevemos ni agacharnos para atarnos los zapatos.Kilo

Anónimo dijo...

kién mejor k tú para narrarnos todo esto. Bueno aki los pones muy bien, pero en fin, quién no se ha equivocado alguna vez colocando una moquetita.
Estás muy guapa en el video liberando los globos de fraguelrok, traenos un poquito de libertad, que akí con tanto nombrar crisis, estamos acojonados y no nos atrevemos ni agacharnos para atarnos los zapatos.Kilo